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domingo, 4 de octubre de 2009

AMABILIDAD


Tenía el artículo recortado por ahí, en ese cajón donde se depositan papeles y notas que por algún motivo llaman nuestra atención y que se dejan para poder revisar cuando encontremos un hueco. Algo parecido pasa de forma electrónica, con direcciones de internet o artículos interesantes que encontramos de forma colateral cuando vamos buscando algo y que, al no podernos detener a mirar en ese momento, las guardamos en la carpeta de “pendientes de revisar”, donde se van almacenando una tras otra a la espera de que las llegue su turno.
Un buen día abrimos físicamente el cajón o electrónicamente la carpeta y nos encontramos con tal volumen a revisar que la cuestión nos supera con creces. Dependiendo del grado de curiosidad que cada uno tengamos, los cajones o carpetas “para mirar luego” se llenan con muchas más velocidad con que se vacían. Bien es verdad que con el paso del tiempo cuestiones que a priori nos parecían interesantes dejan de serlo, aunque el nivel de acumulación también asusta y favorece el envío físico a la papelera de los papeles o el envío virtual, a golpe de ratón, a la papelera de reciclaje de los contenidos de la carpeta de nuestro ordenador.
Un blog como este también es un buen sitio donde recopilar información para tenerla un poco sistematizada y encontrarla. En multitud de ocasiones, hablando con amigos sobre diferentes temas, ha salido a colación el blog. Busca en el blog que tengo una entrada donde cuento lo que me pasó en determinada ocasión o como resolví determinado problema o donde detallé cierta excursión que hice. Trato de complementarlo con alguna fotografía, que siempre son ilustrativas, aunque tampoco se trata de poner por poner y algunos temas tampoco se prestan a ello, como por ejemplo el que nos ocupa.
A lo que vamos. Antes de verano y en un semanal de un diario nacional me encontré con el artículo titulado “Veinte actitudes amables en peligro de extinción”, que firmaba Maribel González. Por fin lo he rescatado del fondo del cajón y solo puedo manifestar que la asiste toda la razón, parece que nos cuesta cada vez más ser amables, contestar o decir un “buenos días” o “buenas tardes”, y otras muchas actitudes que se derivan de una lista que figuraba en el artículo y que reproduzco al final. Es bastante probable que haya más actitudes que las veinte enumeradas, pero si fuéramos capaces de solucionar estas o una gran mayoría de ellas, seguro que otras que pudiéramos encontrar quedarían minimizadas e incluso ocultas. Parafraseando, cuando llegamos a un sitio limpio tenemos la tendencia a hacer todo lo posible por mantenerlo así, mientras que si está sucio ponemos mucho menos cuidado e incluso contribuimos a ensuciarlo más. Esta idea aparece en algunas de las entradas de este blog.
Sería muy interesante fomentar la amabilidad, todo lo que podamos, a nuestro alrededor. Nos sentiríamos mucho más a gusto y de paso haríamos que los demás fueran amables o tomaran por lo menos conciencia de que no lo son. Hace poco se hizo un experimento creo recordar a primera hora de la mañana en una estación de tren donde la gente empezaba a bailar y cantar y al final se logró que se contagiaran casi todos de ese espíritu de alegría y diversión.
Ahí va la lista comentada. Cada cual que revise en qué grado son ciertas
1. Ser respetuoso en las conversaciones, incuso en las discusiones, no interrumpiendo a nuestro interlocutor, escuchándole...
2. Ceder el asiento en un trasporte público a una embarazada o un anciano.
3. No utilizar el teléfono móvil si estamos teniendo otra conversación.
4. Ddejar salir antes de entrar.
5. Apagar el teléfono móvil o al menos no usarlo, y menos a gritos, en lugares públicos, como el ave, el cine…
6. Socorrer a alguien en la calle si vemos que ha tenido un problema o emergencia.
7. Agradecer a los conductores que paren al verte cruzar por un paso de cebra.
8. Pedir las cosas por favor.
9. Saludar al cruzarse con alguien desconocido en lugares que antaño lo exigían, como el campo o un pueblo.
10. Pedir disculpas.
11. En carretera, facilitar la incorporación o los adelantamientos.
12. No usar el claxon por sistema y poner los intermitentes.
13. Dejar que alguien nos adelante en una cola si tiene prisa.
14. Ayudar a un vecino con las bolsas de la compra al verle cargado.
15. Atender al cliente con respeto, consideración y agradecimiento por utilizar nuestros servicios o comprar nuestros productos. qué mínimo que un saludo cuando subes a un taxi, algo de cordialidad al pedir un café o una sonrisa al plantarte ante la ventanilla de un funcionario.
16. Como viandante, ceder el paso a discapacitados.
17. Ayudar a una madre a bajar el carro del bebe por unas escaleras.
18. Dar las gracias.
19. Saludar al cruzarse con alguien conocido.
20. Decir “de nada”.